Precipitaciones Del aguacero que me empapó hace unas horas, mientras te buscaba borracho por la ciudad, sólo queda un lento goteo en el tendido eléctrico. Las medias húmedas detrás del refrigerador. Analgésicos Poco pueden durar las ideas que apuntan hacia el progreso personal una noche de gripe y fiebre. Burbujas de una pastilla efervescente que desaparecen en la superficie.
La parte que sustituye el todo Cada vez me atrae menos la pintura. Pero debo decir que me gustan esos cuadros de Limberth donde se limita a pintar sus zapatos. Limitar: imponerse límites en lo que se dice o se hace, con renuncia voluntaria o forzada a otras cosas posibles o deseables. Porque es sólo eso: un par de zapatos que han resistido otro invierno. Botellas, cáscaras y prensa añeja Luces rojas lamen la carretera mojada. La vecina sacó la basura a la calle para que minutos más tarde pase un hombre y revise los desechos ajenos que dejó la semana. Botellas, cáscaras y prensa añeja examina con las luces del tráfico como los pensamientos inconexos de alguien que mira por la ventana. Moby Dick El auto lo dejaron abandonado en una playa de Tarifa como un cetáceo de hierro donde ahora entran y salen pájaros marinos. La aguja todavía indica 220 Km/h. Gilletes usadas La puerta está abierta para que la canción de la radio llegue hasta el baño. Ella está depilándose las piernas y pensando en que esto va mejor. Su momento cumbre de reflexión se interrumpe justo con ese corte cerca del tobillo. Perchas La poesía no va a reparar esta relación. Ni los otros electrodomésticos dañados. Lo que en verdad aterroriza es abrir el ropero y ver tantas perchas sin nada. Una fuerte brisa Una fuerte brisa intentó que nuestras ropas se abrazaran en el tendedero. Me reí de la idea y terminé de girar la llave. Ahí estabas vos, en la sala, fumando un cigarrillo. Pensamientos del corredor de larga distancia Después de que me fui de la casa, esto fue hace unos diez años, por alguna razón, si la hay, mi papá comenzó a hacer una hora diaria de ejercicio. Compró una bicicleta estática, caminadora de cinta, pesas y ropa deportiva. Luego salió a correr todas las mañanas y desde entonces, en la oscuridad de la madrugada, se puede escuchar su trote sobre las calles de grava del pueblo. Este año empezó a competir en maratones y ha convencido a algunos vecinos para que lo acompañen a recorrer largas distancias. En nuestras breves y esporádicas conversaciones telefónicas a veces me cuenta entusiasmado de estas competencias: un esbozo del paisaje que arrancan sus ojos mientras corre, el tiempo realizado durante una carrera o las dificultades que impone el clima y el terreno al corredor. Ayer me dijo que entró a la meta en el puesto 32 de la categoría veteranos en la media maratón de La Paz. Una hora con treinta y siete minutos. Después nos quedamos en silencio y le dije que debía colgar. Pensé en su silueta recortada por la luz del amanecer, corriendo a paso firme por montañas azules, en el sonido de su respiración en la brisa helada como una canción de fondo para sus pensamientos y se me ocurrió que sale a correr todas las mañanas para acortar la distancia que hay entre nosotros. Electrodomésticos El sonido a riachuelo de la lavadora escurriendo el agua. La pantalla del televisor B/N de mi abuelo cubierta con papel celofán amarillo. Para sostener la palanca de la olla arrocera uso un tenedor o el dedo índice. Si dirijo la antena hacia el volcán entra la señal codificada de un canal porno. Una luz de crepúsculo invernal me ilumina el rostro cuando abro la refri. Árboles de Reznikoff Los platos lavados, me asomo por la ventana para ver los árboles secarse. La lluvia duró igual que la canción del vecino, apenas para dejar unas gotas en las ramas como brotes de una flor muy rara. Señales de tránsito Un grupo de pájaros pequeños desciende enfrente del autobús. Durante uno o dos minutos picotean el asfalto y miran de reojo al chofer. Cuando el tráfico se pone otra vez en marcha vuelan en bandada hacia un árbol del parque y esperan la luz roja del semáforo. Observación, desempleo y el gusto impuesto por la simetría Me reconforta la tarde y sus cambios de luz sobre las azoteas: tanques de agua, antenas y tendederos de ropa con pájaros se resisten en la retina a ser otra cosa que no sea tendederos de ropa con pájaros, antenas y tanques de agua. Líneas bloqueadas Ella escuchó mi voz y colgó de inmediato. Marqué un par de veces más y salió el mensaje del contestador. Al salir de la cabina el empleado me preguntó si había podido hablar. Le dije que en un día como hoy las líneas están bloqueadas y pagué los 80 centavos que costó el hola y los dos silencios.
|
* Días ordinarios, Pre-Textos, Málaga, 2011.
Jeymer Gamboa nació el 5 de enero de 1980 en Santa Cruz de León Cortés (zona de Los Santos), al sur de San José, capital de Costa Rica. Actualmente reside en el barrio de Villa Crespo en Buenos Aires, Argentina. Es egresado de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires (UBA). También estudió periodismo y producción audiovisual en la Universidad de Costa Rica (UCR). Ha trabajado como periodista en distintos medios costarricenses. Como realizador audiovisual ha dirigido documentales y cortometrajes experimentales que se han mostrado en festivales y muestras de México, Costa Rica, Cuba, España, Polonia, Brasil y Argentina, entre los que destacan Rastros (2010), Marino de tierra (2010) y De cómo mirar una ventana con ladrillos (2008). También ha incursionado en proyectos de videoinstalación mostrados recientemente en Buenos Aires bajo el título de Extinciones (2012). En 2011 la editorial Pre-Textos publicó su primer libro de poemas, Días ordinarios, con el que obtuvo el XI Premio internacional de poesía Emilio Prados, convocado por el Centro Cultural Generación del 27 en Málaga, España. También publicó los libros Nuestra película de las vacaciones (Liliputienses, 2014), El desplazamiento circunstancial (Arlekín, 2015) y la plaquette La insistencia de la luz (Neutrinos, 2015). Ha sido incluido en las antologías Una temporada en el Centro. Panorama actual de la poesía en Costa Rica (Amargord, 2013) y 1.000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI (Municipal de Rosario, 2014). Sus textos aparecen en revistas impresas y publicaciones en Internet como Catálogos de Valverde, revista Ping Pong, El maquinista de la Generación, Campotraviesa, Buensalvaje, Litoral, entre otros. Jeymer Gamboa (Santa Cruz de León, San José, Costa Rica, 1980). He graduated in Image and Sound Design from Universidad de Buenos Aires, and also studied Journalism and Audiovisual Production at Universidad de Costa Rica. He has worked as a journalist and as a film maker, and has directed documentary and experimental shortfilms that have been exhibited at several international Film Festivals. He has also made video installation art. As a poet, he is the author of Días ordinarios (Pre-textos, 2011); Nuestra película de las vacaciones (Liliputienses, 2014), El desplazamiento circunstancial (Arlekín, 2015) and the plaquette La insistencia de la luz (Neutrinos, 2015). His writing works have been also published in several magazines and web sites.
|