Una cascada láctea,
luz de luna,
atraviesa
la ventana
y cae sobre el tazón de avena.
Altar
El carmesí, helado en las costillas del Cristo,
no mancha la túnica; el esmalte lo detiene.
Kiosco
Una danza
de colores
se desborda
del papel picado
se desplaza
a los mosaicos
y enciende
el gris nocturno.
Faros que iluminan
tímidos al ser
humedecidos con luz.
Luminatione
El sol te va tejiendo con destellos
que tu vestido de acuarelas cubre a medias,
una briza mueve sus colores
dejándolos surcados en el aire
para que el viento pinte y mueva el paisaje
que vas trazando cuando pasas,
y para que tu piel de sol, sin sombra,
deje sus destellos incrustados en recuerdo.
Lo que va quedando
Las estrellas de mamá
se caían de sus ojos
entre la noche y la mañana,
se caían en la tacita de café
entre sus manos temblorosas y cansadas
mientras esperaba a papá
y a sus pasos de tiempo
que le colmaban la paciencia;
y sus toquidos en la puerta
que la despertaban como café;
y sus palabras puntiagudas
que le caían en las heridas de un corazón
siempre abierto que no cicatriza.
Así envejeció: esperando en la noche.
Besar bajo la lluvia
Ella, con agua cerrándole los ojos,
toma un sorbo de cielo al abrir los labios.
Una boca le cierra la boca
y los últimos destellos del atardecer
se funden en un beso donde calla el trueno.
Él, hijo de obreros, inmigrante
y sin seguro médico, pensaba
en los gastos de los medicamentos
por llevar a cabo la irresponsabilidad
de uno de esos momentos únicos en la vida.