La revista digital Punto en Línea forma parte del proyecto Punto de Partida, cuyo origen data de 1966 cuando Margo Glantz y Gastón García Cantú fundaron una publicación literaria con el propósito de dar voz a los estudiantes universitarios en años convulsos. Así surgió la piedra angular de este proyecto, la revista Punto de partida, hermana mayor de este espacio que hoy llega a su número 100. Mucho ha crecido y madurado esta iniciativa desde aquellos difíciles y a la vez gloriosos años sesenta. Ha diversificado sus alcances tanto de plataformas como de públicos, y hoy orquesta un proyecto que incluye un concurso anual —semillero de voces en la creación literaria de México que celebra este año su edición 53— una colección de libros —las Ediciones de Punto de Partida, ya con 23 volúmenes—, y dos publicaciones periódicas: la revista impresa que nombra al proyecto y esta plataforma, Punto en Línea, de la que hoy celebramos su décimo quinto aniversario.

En el año 2007, cuando el medio editorial se debatía y polemizaba acerca del futuro del libro y las publicaciones impresas frente a la flamante internet, cuando algunas voces catastrofistas presagiaban la muerte del libro en papel ante el ineludible avance de los formatos electrónicos, la Dirección de Literatura de la UNAM se planteó la posibilidad de desaparecer la revista en su formato impreso y editarla únicamente en la red. Ante esta propuesta, optamos por una opción menos tajante: mantener el tiraje de la revista Punto de partida, que es reducido y se distribuye sobre todo como “objeto de colección” entre estudiantes de la UNAM, y replicar su contenido en una página espejo que extendiera su alcance a otros públicos, al tiempo que crearíamos una nueva publicación distinta en contenido que aprovechara las ventajas de la plataforma: la red nos permite publicar más y no sólo géneros literarios tradicionales, ya que el soporte es perfecto para abordar otras formas, como los videopoemas, las artes intermediales y, sin ir más lejos, el color. Así nació la revista digital Punto en Línea, publicación hermana de Punto de partida, con un objetivo común al proyecto de que forma parte: difundir la nueva creación y tender puentes hacia nuevas comunidades.

Ahora, al llegar a nuestro número 100, podemos decir que el tiempo nos ha dado la razón: el libro impreso vive con buena salud en el mercado, y alterna con los formatos electrónicos según temas y públicos. En nuestro caso, ambas revistas coexisten y se complementan con contenidos diferenciados: Punto de partida quedó como heredera de los “cuadernillos de taller y seminario,” contenidos ideados por Eugenia Revueltas y Marco Antonio Campos en los años setenta como una extensión de la revista original, y así se convirtió en una publicación monográfica que editó un importante acervo de literatura regional y que hoy se ha transformado en una revista temática, haciendo eco de las problemáticas y preocupaciones que ocupan a sus jóvenes hacedores, tanto en la factura como en la colaboración literaria y gráfica. La revista digital Punto en Línea se concibió, entonces, como una publicación miscelánea que, como las demás líneas del proyecto Punto de Partida, ha dado voz a un extenso cuerpo de obra literaria y visual, producto de autores y artistas emergentes de distintas latitudes, desde septiembre de 2007.

Recordamos y agradecemos en este número 100 a distintas personas que han dirigido los caminos de esta Dirección de Literatura desde la fundación de nuestra revista: Sealtiel Alatriste, Grisela Iglesias, Javier Martínez, Rosa Beltrán, Leticia García, Anel Pérez, Daniela Tarazona y Julieta García; y al nutrido grupo de jóvenes que han conformado su equipo editorial en algún momento de estos 15 años y 100 números: Rodrigo Martínez, Elisa Aguilar Funes, Luis Paniagua, Martha Santos, Mariana Hernández, Sol Aréchiga, Itzel Rodríguez, Alonso Núñez, Eduardo Cerdán, Aranzazú Blázquez, Axel Alonso y Fabián Espejel.

Celebramos este aniversario con una extensa compilación de material recibida, en su mayoría, a partir de una convocatoria en redes, y que será vista a detalle en la nota editorial. Agradecemos encarecidamente a quienes se han sumado con nosotros en este empeño, a quienes escriben y a quienes nos leen; a quienes habitan en ambas orillas de este puente entre lectores y colaboradores. Larga vida a este espacio universitario. Larga vida a Punto en Línea.