Para cerrar el año, presentamos el número 96 de Punto en Línea, una propuesta de variedad geográfica, tanto autoral como textual: norte, Bajío y sureste mexicanos, naturaleza y pueblos alejados, ciudades ficticias en Francia, libros y versos de Ecuador, la cima de la Malinche, la vigilia o el sueño, el Netflix del siglo XIX, mundos pictóricos y la Antigua Roma, por mencionar tan sólo algunos.

Abrimos con un fragmento del poemario Tacto de musgo, de Yeni Rueda López, en el que la voz lírica encarna una naturaleza propia y experimenta, a través del agua y de la sed, de las aves y los árboles, un modo distinto de estar en el mundo. Sigue el “Travelogue”, o los poemas sobre viajes de Eduardo Luis Alvarado, que, como en un cortometraje, atraviesan distintos climas y temperaturas internas en cada destino.

A continuación, dos poemas de Meryvid Pérez traen de vuelta momentos indelebles y que, como en una invocación, aparecen de nuevo con la misma luz u oscuridad porque ya sólo existen a través de la memoria y las palabras. Cerramos esta sección con las conclusiones de Omar Balladares Rodríguez, un ars poetica sobre el instinto de la poesía y su “Oficio de lobos”.

Partimos entonces a Chihuahua, donde se sitúa “Pedir perdón en Juárez”, la crónica de Gabriela Mier que da cuenta de la pesadilla legal y psicológica de quienes tienen que migrar o volver a Estados Unidos, como Sandra, cuya vuelta a casa, a su vida —luego de haber sido deportada y separada de su familia—, depende de la sola voluntad de un oficial del consulado.

En la sección de Cuento, el “Secreto de confesión” de Verónica Cortés Salinas nos invita a un pueblo remoto donde la protagonista expía su culpa por asesinar a un forastero con el que convivió durante un año. En “El último sueño”, de Mario Ramírez Córdova, una antigua gema egipcia provoca un mismo sueño que se confunde con la realidad.

Alexandra Canto, quien recibió una mención en el Concurso 53 de Punto de Partida por los collages análogos de Bulla, es la artista que figura en la sección de Artes Visuales. En su obra, los planos de la realidad y del arte se unifican a partir de la técnica, proponiendo una lectura original del límite, la fragilidad y el cuerpo humano.

En la reciente sección de Artes Intermediales, Beto Olsi nos recuerda —como a los generales victoriosos de la Antigua Roma— una verdad muy a la mexicana con su pieza distópica Memento mori.

En la sección de Ensayo, Casandra Cruz alterna entre los siglos XIX y XXI, comparando las técnicas para engancharse con las novelas por entregas y las series por streaming. Por otro lado, Bruno Damián De Gante Gaínza contextualiza la canción “Manhattan Project”, de Rush, dentro de los últimos años de la Guerra Fría y las amenazas de una guerra nuclear.

Adriana Dorantes reseña El jardín de las certezas, la primera novela de la escritora mexicana Diana Ramírez Luna, cuya protagonista oscila entre el mundo de una pintura-portal y la relación disfuncional con su familia. Diego Durán reseña La primera vez que vi un fantasma, un cuentario de la narradora ecuatoriana Solange Rodríguez Pappe, cuyos personajes se enfrentan a las transgresiones de la violencia, la soledad y la pérdida.

Cerramos con la crítica de Rodrigo Martínez Martínez a La crónica francesa, el más reciente largometraje de Wes Anderson, que explora múltiples capas del lenguaje, enfocándose en el equipo de redacción de una revista situada en la ciudad ficticia de Ennui-sur-Blasé: una antología del cine francés, como se afirma.

Esperamos que disfruten este número, que nos recuerda que la lectura puede ser travesía, resistencia y descanso.