A casi un año del 8 de marzo de 2020, en este número de Punto en Línea incluimos una serie fotográfica de Ana San Vicente tomada en el marco del pasado Día Internacional de la Mujer en la Ciudad de México. La urgente visibilidad del movimiento se vio quebrada por la irrupción de la contingencia sanitaria, así que la fotógrafa nos invita a “habitar la memoria”, a volver sobre esas protestas masivas contra la abrumadora violencia machista que aún desgarra nuestro país.

En el contenido literario del número encontramos el ensayo personal —carnavalesco, pleno de regocijo lingüístico— de Héctor R. Sapiña Flores, una crónica pandémica sui generis —construida con humor y una notable apuesta formal— a cargo de José Alberto Iván Salazar Gutiérrez, el cuento sorpresivo —con secretos soterrados— de Meryvid Pérez, un ejercicio metaficcional escrito por Eréndira Corona y el relato híbrido de Andrea Reed-Leal. Los versos de curiosidad científica de Luis Fernando Rangel —por otro lado— conviven con los nostálgicos de Antonela Pallini Zemin, que indaga en el sentimiento de extranjería.

Los reseñistas de Punto en Línea 91 son Karla Fernanda Osorio Lucas, quien lee en Entre los rotos (2019) de Alaíde Ventura “un libro conmovedor, auténtico y lleno de honestidad”; Marcos Daniel Aguilar, que habla de Ese cuerpo no soy (2015) de Verónica G. Arredondo, quien “toma diferentes casos de feminicidios ocurridos en diversas partes de México y evidencia, por medio de la palabra y el ritmo del poema, el estado de emergencia en el que se encuentra nuestro país”; y Esteban Romero Álvarez, quien comenta que, en Un montón de escritura para nada (2019), Sara Uribe muestra que “las escritoras son otras piezas más sometidas a la lógica de producción ‘útil’ de la sociedad”. En nuestra sección de cine Atalante, por último, Rodrigo Martínez Martínez analiza Nomadland (2020) de Chloé Zhao.

Gracias de nuevo a quienes, al escribir y al leer, mantienen viva esta revista. Que disfruten nuestro número.