CARTOGRAFÍAS / Octubre-noviembre 2015 / No. 58 |
Inéditos |
[MI NOMBRE ES Alan Estauce...] [LA MAÑANA DEL sábado el diario...] [HAY AFUERA UNA capa muy fina...] [TU PIJA ES...] [SUBO LENTAMENTE Y siento...] |
MI NOMBRE ES Alan Estauce y nací para viajar más rápido que el sonido. Cuando era chico solía jugar en el patio trasero de la casa. Tenía herramientas de distintas formas y materiales. En invierno escondía liebres muertas debajo de la nieve. Muchas veces creí que la luz que salía del hielo al derretirse era El Señor con un mensaje, me susurraba al oído mientras el agua helada de las plantas iba cayendo en gotas sobre el piso de hierba. Desde entonces creo que voy a fundirme con el aire. El viento va a descomponerme en moléculas. Mis brazos, mis piernas, la barba y el corazón, las costillas y el hígado, mi estómago y el pene, disueltos entre el olor de las estaciones: el invierno de chocolate; la vejez monocroma del otoño; el sexo en primavera; el derroche del ocio en verano. Nadie podrá ver al hombre si desaparezco. Ahora mismo corre por el patio de atrás una pequeña liebre dorada. LA MAÑANA DEL sábado el diario local triplicó su tirada. La noticia despertó muy temprano a los habitantes de Nuevo México, que no volvieron a acostarse tan grandes e insomnes tuvieron los ojos durante el día. Ayer viernes, nuestro vecino Alan Eustace de 57 años de edad, saltó desde un globo a 41.419 kilómetros de altura y alcanzó una velocidad máxima de 1.323 km/h. Unos 90 segundos después de iniciar el descenso superó la barrera del sonido. Pudimos oír un pequeño estampido sónico. Nuestro hombre continuó descendiendo hasta desplegar su paracaídas. Como un pájaro que no puede dejar su nido aterrizó cerca del punto de despegue en el aeropuerto de Roswell Nuevo México. En total, el viaje de regreso desde la estratósfera sólo duró un cuarto de hora. El traje espacial que se puso era hermoso y brillaba. Cuando llegó a la Tierra otra vez, dijo “Soy feliz. Pude sentir la oscuridad del espacio y las capas de la atmósfera, que no había visto nunca.” HAY AFUERA UNA capa muy fina de hielo que cae. Miro por la ventana a los animales agrupados bajo la calidez falsa de los abetos. Tiemblan por más que yo no lo note. Estar cerca de otro no siempre da tranquilidad, y eso todos lo saben. Mañana es el día en que iré sin más compañía, al lago por primera vez: ya aprendí de memoria el camino que forman los árboles y sus cortezas talladas con corazones. No podré perderme. Tengo un mapa de todas las cosas que me contaron. Cuando sea grande quiero que alguien encierre mi nombre en un corazón de madera. TU PIJA ES un suave planeta desconocido adentro de mi boca un helado de fruta derritiéndose bajo la lengua solar. He pasado cien mil millas quizás, estoy inmóvil, creo que me gustaría SUBO LENTAMENTE Y siento la energía de la ansiedad cosquillear en mi epidermis. El deseo de anticipar todo como si fuera un mago, pero un mago ciego que sólo adivina sin ningún tipo de talento, lo que sucede. El cielo azulceleste se va oscureciendo: capa sobre capa sobre capa sobre capa me voy encerrando en la esfera milagrosa: doble movimiento: me alejo: me acerco: yo soy esto que flota consigo mismo. Tengo la virtud de la palabra, conmigo hay ángeles que hablan entonces le escribo una postal a los ríos que pasan armando carreteras de peces y piedras verdosas. Le escribo a mi madre en el Eastern New Mexico Medical Center, conectada a un respirador artificial; le escribo también a la máquina que la mantiene viva. Veo a lo lejos las altas secuoyas como rascacielos balanceados por la ventisca del invierno, la textura de las rocas del Gran Cañón, y les escribo. A los arbustos que fosforescen después de llover y al olor escondido en la tierra húmeda de los bosques. Escribo al pájaro que cada mañana a mi balcón trae fortuna, a mi ropa de lana y al fuego que encendí ayer con la última leña que había; al café negro hirviendo en la cocina; al beso de mi mujer y mis zapatillas de correr cuando escucho Space Oddity de David Bowie. Escribo a la música del mundo, al ruido a madera quebradiza que hacen los planetas al girar. Les digo. Todos los puntos que hay en el espacio forman una red transparente, y perderse es inaudito. |
De La desdentada De Un dibujo del mundo |